Jorge Roberto Marquez
Meruvia[*]
La sesión
de honor llevada a cabo en celebración de los 196 años de independencia de
Bolivia podemos calificarla de “sui generis”, pero tal calificativo no solamente
encaja perfectamente en la elocución del actual presidente Luis Arce, sino que
también podemos decir lo mismo de su antecesora Jeanine Añez. Dejaron de lado
lo importante de la fecha y dedicaron gran parte de sus discursos a los temas
de coyuntura política. Intentaron sin éxito tener un discurso propagandístico
que fue respondido con duras críticas al respecto. Vamos a centrarnos en el
discurso del presidente Arce que en un momento dado fue silenciado por
protestas de los opositores; no debemos olvidar la reacción del vicepresidente
Choquehuanca, que incomodo al ver que la magna sesión presidida por él se
desbordaba, mencionó a todos los legisladores que guarden la compostura, ya que
estaban saliendo en televisión.
El
discurso comenzó con el ya conocido “¿Qué quiere decir Bolivia? Un amor
desenfrenado de libertad”. Con esto se dio pie para mencionar a los héroes de
la patria encabezados por Bolívar y Sucre. Siguieron después los patriotas de
las republiquetas: Azurduy, Camargo, Muñecas, Warnes, Lanza, por
mencionar algunos. Acto seguido nombró a los indígenas que jugaron un papel
importante en la causa independentista: Los Katari, Condorcanqui, Calisaya,
Sisa, Apaza, entre otros. Sobre estos últimos agregó que la historia los
invisibilizó y que la Asamblea que declaró la independencia de a la cabeza de
José María Serrano los dejó de lado. Prosiguió con los agravios sufridos por la
población indígena, olvidó la revolución de 1952 y sus reformas y pasó
fugazmente a febrero y octubre de 2003 y que los sucesos ocurridos dieron paso
en 2006 a Evo Morales que es el que pone las semillas del Estado Plurinacional,
la Nueva Constitución Política del Estado y del Modelo Económico Social
Comunitario Productivo, para ingresar a los abusos y malos manejos de la pasada
gestión calificándolo de gobierno de facto, dictadura y haber propiciado un
golpe de Estado, que repitió como unas cincuenta veces. El resto fue propaganda
de gestión.
No fue un
mensaje al país, intentó ser un mensaje a los conmilitones del proceso de
cambio y evidenció la decadencia del partido de gobierno. Algo que en el
Movimiento Al Socialismo parecen haber olvidado es que el proceso de cambio es
de todos y que fue adoptado por las grandes mayorías al igual que las ideas de
lo nacional revolucionario en abril de 1952. El partido de gobierno se va
modificando, ya no le interesa ser el MAS de las mayorías, sino el de
convertirse en una clase para sí a la cabeza de Evo Morales y su cúpula. El
Movimiento Nacionalista Revolucionario pasó por una transformación similar con
la jefatura nacional de Gonzalo Sánchez de Lozada y uno de sus errores que no
puede superar hasta el día de hoy, encontrándose cerca a la desaparición es el
haberse alejado de lo popular.
El
fallido intento del MAS de cambiar la historia reciente y empeñar todos sus
esfuerzos en limpiar la imagen de Evo Morales con inmediatez, olvidando lo
importante de los procesos políticos los llevan a desaciertos como el
sobreseimiento del caso Fraude Electoral 2019 con diversos errores de
procedimiento por parte de la Fiscalía General del Estado en su accionar.
Al
conocer a qué juega el gobierno de Arce, la oposición tiene una oportunidad
para enamorar a la población con una visión de país que vaya más allá de un
personaje y tiene el tiempo necesario para prepararse y crecer en militancia.
Recordemos que un proceso electoral no solamente es apoyar a un candidato, sino
lo más importante: tener la capacidad de realizar el control electoral en todo
el territorio nacional. La oposición debe aprender que la elección del
bicentenario de la República se la ganará con el trabajo que se vaya a realizar
desde hoy.