Jorge Roberto Márquez Meruvia[*]
El martes 4 de diciembre
del año en curso el Tribunal Supremo Electoral antes del plazo establecido (ya
que la fecha de habilitación de candidatos según el calendario era el sábado
8), adelanto su trabajo por motivos de seguridad, debido a las presiones de
activistas y plataformas tanto por la vigilia en puertas del T.S.E. y las
marchas que salieron de Konani y Chaparina; tampoco, podemos olvidar las
triquiñuelas del gobierno central contra los vocales del Órgano Electoral
Plurinacional. La habilitación del binomio del Movimiento Al Socialismo, de Evo
Morales Ayma y Álvaro García Linera no era una sorpresa, era un hecho desde la
Sentencia Constitucional Plurinacional 0084/2017 que daba luz verde a la
reeleción de la dupla de gobierno. Debemos recordar que la sentencia del T.C.P.
es de carácter obligatorio y vinculante, siendo el ardid gubernamental para tal
efecto.
El TSE simplemente “realizó
su trabajo”; empero, al parecer olvido de manera muy generosa la sentencia
0039/2018 que los obliga a restituir la personería jurídica de Acción
Democrática Nacionalista. Esto último puede abrir las puertas de un juicio de
responsabilidades a sus vocales, lo cual sería muy favorable para el gobierno.
Al ya existir dudas sobre el accionar de la mayoría de los vocales y la
atolondrada y desordenada defensa del 21F y la democracia por parte de
activistas, plataformas y la ciudadanía en su conjunto, el gobierno central
puede encontrar una veta para explotar sin ningún tipo de reparos. Hay caos
bajo los cielos y eso es maravilloso para el M.A.S.
¿Qué hacer? Es la
pregunta que anda dando vueltas para la organización de la resistencia, ya que
la defensa del 21F y la democracia será una batalla de largo plazo. En octubre
de 2019 vendrá recién el drama que todos estamos esperando expectantes. Hasta
eso, tenemos un tiempo de trabajo el cual debemos explotarlo al máximo. No
podemos volver a ser presa de nuestras emociones y llevar a la turbamulta a
realizar actos vandálicos, el salir a las calles no es simplemente salir con
furia y rabia para mostrar el descontento con la coyuntura política, sino, que
plantea retos y desafíos. Tal como menciona H.C.F. Mansilla: «Sus procedimientos de protesta dejan ver un
tinte religioso y arcaico: son procesiones, marchas, ayunos, huelgas de hambre,
auto-inmolaciones, crucifixiones y demás actuaciones rituales que tratan de
provocar la conmiseración del prójimo. Ya que no existe una acumulación
cognoscitiva con la intención práctico-pragmática, que les enseñe a evitar
sacrificios inútiles, reproducen estas prácticas como si fuese la primera vez,
con un despilfarro de costes y esfuerzos.»
Ante el caos que
estamos viviendo, necesitamos un poco de sensatez. No es necesario que vayamos
a redescubrir el agua tibia, ni jugarnos por el empirismo en estos momentos de crisis
que vivimos la gran mayoría de los bolivianos. Ya existen métodos para
deshacerse de los tiranos que quieren atornillarse en el poder. Es momento de
que seamos inteligentes y utilicemos los métodos que nos da la modernidad para
plantear la resistencia. Existe un texto bastante interesante que puede
servirnos para proseguir la lucha es “De la
dictadura a la democracia. Un sistema conceptual para la liberación” de
Gene Sharp, que tiene como base la lucha no violenta. El texto también nos
menciona lo importante de la planificación de la estrategia y no dejar la lucha
a la espontaneidad de la emoción del momento.
Estamos viviendo
momentos cruciales y es necesario dejar de improvisar y tener la madurez
necesaria para defender las libertades y la democracia. Basta de que la rabia y
la furia tomen las calles.