lunes, 30 de enero de 2017

Releyendo a los clásicos: Aristóteles y la democracia




Jorge Roberto Marquez Meruvia[*]

Aristóteles nació en Estagira el año 384 antes de Cristo y murió el 322 a. C. “Política” es una de sus obras más importantes y que sigue siendo relevante para la intelectualidad de Occidente.

La democracia según la tradición aristotélica de las tres formas de gobierno llega hasta nosotros mediante textos en los cuales Herodoto, Otanes, Megabizo y Darío discuten de manera apasionada en torno a la futura forma de gobierno del Imperio Persa. Megabizo defiende la aristocracia y Darío la monarquía, Otanes toma la defensa del gobierno popular cuyo nombre según el antiguo uso griego es "isonoinia” (igualdad frente a la ley), con el argumento que todavía por ese entonces los partidarios de la democracia consideran fundamental: “cómo cabe en realidad que la monarquía, a cuyo capricho es dado hacer impunemente cuanto se le antoje, pueda ser un gobierno justo y arreglado”. Igualmente clásico es el argumento con el que el partidario de la oligarquía (con apoyo del partidario de la monarquía) condena al gobierno democrático: “Nada hay [...] más insolente en el querer que el vil y soez populacho.” “¿Cómo puede gobernar bien aquel que ni aprendió de otro lo que es útil y laudable ni de suyo es capaz de entenderlo?” “A manera de un impetuoso torrente lo abate y arrastra todo.”

La tipología aristotélica, distingue tres formas puras y tres formas impuras, según aquel que ejerce el poder y gobierne de acuerdo con el interés general o con el interés personal. El “gobierno de la mayoría” o “de la multitud”, distinguido del gobierno de uno solo o de pocos, es llamado “politia”, mientras que el nombre de democracia es asignado a la forma impura, definida como el gobierno “con ventaja de los pobres” y opuesta al gobierno con ventaja del monarca (tiranía) y al gobierno aventaja por los ricos (oligarquía). La forma de gobierno que en la tradición post-aristotélica se convierte en el gobierno del pueblo o de todos los ciudadanos, o de la mayoría de ellos, es aquella que en el tratado aristotélico llega a ser considera como gobierno de la mayoría solamente en cuanto gobierno de los pobres, siendo, por lo tanto, gobierno de una parte contra la otra, aunque de la parte generalmente más numerosa.

Sobre la democracia entendida en el sentido más amplio Aristóteles distingue cinco formas. La primera, ricos y pobres participan en el gobierno en condiciones de paridad (donde la mayoría es popular únicamente porque la clase popular es la más numerosa); la segunda, los cargos públicos son asignados sobre la base de un censo muy bajo; la tercera, son admitidos en los cargos públicos todos los ciudadanos con excepción de aquellos que se encuentran privados de los derechos civiles luego de un procedimiento judicial; la cuarta, son admitidos en los cargos públicos todos los ciudadanos sin distinción; la quinta, sean cuales fueren los derechos políticos, es la masa y no la ley la que se considera soberana (esto último es el dominio de los demagogos, es la verdadera forma impura y corrupta del gobierno popular).

En Bolivia todo indicaría en base la obra de Aristóteles que nos encontramos en un gobierno con dominio de los demagogos. Debemos recordar que el desconocer los resultados del referéndum del 21 de febrero de 2016 es negar la decisión de la mayoría popular, es desconocer la decisión del soberano. La excusa del gobierno, tiene como base que el “cártel de la mentira” influyó en el electorado. Los votantes a base de engaños eligieron erróneamente. Obviamente, el discurso gubernamental entra en contradicciones, ya que el mismo Evo Morales admitió que fue un error haber escuchado a los movimientos sociales los cuales le pedían se lleve a cabo el referéndum para una futura re-postulación y modificar la constitución. La nueva oligarquía azul ha calificado de indispensable a Morales Ayma y con esa decisión también sepultar a su propio partido, ya que no tiene la capacidad de forjar nuevos liderazgos y someter al ostracismo a la inteligencia creativa y la innovación.





[*] Politólogo

domingo, 15 de enero de 2017

Hacia un nuevo hito en la democracia boliviana




Jorge Roberto Marquez Meruvia[*]

El 15 de enero de 1981 un macabro suceso a cargo del General y presidente de facto Luis García Meza sacudió a la sociedad boliviana. Un grupo de jóvenes idealistas reunidos en la calle Harrington de la ciudad de La Paz fueron vilmente acribillados por la dictadura. Estos jóvenes eran miembros de la Dirección Nacional Clandestina del Movimiento de la Izquierda Revolucionaria e intentaban organizar una batalla para reconquistar la democracia.

Estos hombres sacrificaron su vida por las libertades. Estos héroes eran: Arcil Menacho, Gonzalo Barrón, José Reyes, Ramiro Velasco, José Luis Suárez, Jorge Valdivieso, Ricardo Navarro y Artemio Camargo. Ofrecieron su vida sin temor, ni ninguna duda. Posiblemente, dentro de ellos recordaron al Quijote de Cervantes que les decía: “La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres.”

Las acciones tomadas por estos jóvenes fueron los pilares en los cuales un 10 de octubre de 1982 Hernán Siles Zuazo y la Unión Democrática y Popular conquistaran la democracia en Bolivia. Debemos recordar que la UDP era la alianza conformada por diversos partidos con una visión de izquierda: el Movimiento de la Izquierda Revolucionaria, a la cabeza Jaime Paz Zamora; el Partido Revolucionario de Izquierda Nacionalista, liderado por Lidia Gueiler y Juan Lechín Oquendo; el Partido Comunista de Bolivia, su Secretario General era Oscar Salas Moya; y el Movimiento Nacionalista Revolucionario de Izquierda, dirigida por Hernán Siles Zuazo.

Desde la instauración democrática, Bolivia paso por la democracia de coaliciones gobernantes (democracia pactada) y la hegemonía de poder de un único partido político en el gobierno. El Movimiento Al Socialismo se encuentra más de 10 años en el ejercicio del poder. La gestión del “Proceso de Cambio” cada día se encuentra en franca decadencia. Los supuestos grandes avances como la “nacionalización de los hidrocarburos” y la construcción de canchas por el ancho y largo del país que favorecen a la “salud” de gran parte de los bolivianos. Estos mitos creados por éste gobierno tienen como base la propaganda la cual es generosamente compensada por el Tesoro General de la Nación.

Lastimosamente, para el gobierno, la ciudadanía tiene la capacidad de ver los evidentes negros manejos de la cosa pública. El proceso por el cual las instituciones del Estado son destruidas desde sus cimientos es más visibles que nunca. El Fondo Indígena, el caso Zapata-CAMC y el desastre de la aerolínea LAMIA Bolivia, son el resultado de la creación de un capitalismo de compadres. La justicia también es presa del poder que se encuentra instaurado en Palacio Quemado, podemos mencionar como ejemplo de “terror judicial” dos casos icónicos como ser “la masacre del Porvenir” en Pando y “el caso terrorismo” en Santa Cruz que tienen como principal objetivo callar a cualquier individuo que no comparta las ideas del régimen y frenar cualquier alternativa política al llamado “Proceso de Cambio”.

El 21 de febrero de 2016 la ciudadanía en su conjunto voto en un referéndum vinculante por el NO a la futura re-postulación del Presidente Evo Morales Ayma. El NO que fuera victorioso el 21F va más allá de no dejar al presidente ser relecto nuevamente, ese NO también es un grito a respetar la constitución, las reglas del juego y de las instituciones democráticas. Ahora el Movimiento Al Socialismo y desde las más altas esferas del gobierno se empecinan en corromper las normas y lograr su objetivo de no soltar el poder del Estado bajo la excusa de que la única persona capaz de llevar a cabo la “agenda 2020-2025” y el “Proceso de Cambio” es Evo Morales.

El 21 de febrero de 2017 pasara a la historia como un acto de defensa de las normas e instituciones del Estado y será la más clara muestra de la rebeldía contra la tiranía. Los bolivianos demostraremos nuestro más ferviente espíritu democrático.      


[*] Politólogo

lunes, 9 de enero de 2017

LAMIA Bolivia, más dudas que certezas




Jorge Roberto Marquez Meruvia[*]

Hannah Arendt en “¿Qué es la política?” menciona que parte de las certezas que son parte de una sociedad tienen como base a mitos y leyendas. Al ser aceptados como verdades por gran parte de la población estos mitos son realidades indiscutibles. La repetición de estos durante años penetra de tal forma en el ideario social que no quedan dudas sobre distintos sucesos históricos. Un claro ejemplo en el caso boliviano, es la animadversión hacia los Barones del Estaño. Los crueles y malvados como Simón I. Patiño, Carlos Víctor Aramayo y Mauricio Hochschild los cuales según el discurso y los historiadores nacional revolucionarios eran los culpables del retaso de Bolivia. En la actualidad, podemos ver el mismo ejercicio de reescribir la historia y crear nuevos mitos. Según las autoridades gubernamentales los responsables del accidente de la aerolínea LAMIA es de total responsabilidad del piloto y una funcionaria de AASANA hoy exiliada en el Brasil.

Por desgracia para las autoridades bolivianas el accidente es un suceso internacional y el informe que presentaron sobre el desastre es de carácter “autónomo”. Por su parte, la contraparte colombiana menciono que Bolivia no tiene ninguna jurisdicción sobre el accidente y también, dio a conocer la nula cooperación para esclarecer el caso. Tales declaraciones al respecto no ruborizaron a las autoridades bolivianas, para las cuales la sentencia sobre el piloto es indudable y contradecir su sentencia vendría a ser un suceso contrarrevolucionario.

Para desgracia de nuestros gobernantes, su fugaz investigación y sentencia sobre el siniestro aéreo, queda en duda, ya que nuevos documentos demuestran que el accidente es una cadena de errores y omisiones. Ahora un documento que se encuentre en poder de las autoridades brasileras demuestra que el vuelo que partió el 28 de noviembre de 2016 del Aeropuerto Internacional de Viru Viru contaba con la autorización de la Dirección General de Aeronáutica Civil y que la señora Castedo Monasterio no es la responsable de haber autorizado que decolase la aeronave. Según su abogado “Ella hizo cinco observaciones claras y hay un interés de culparla de todo y liberar de culpa a la DGAC, pero ahora salió a la luz la verdad”.

Todo apunta que desde la creación de la empresa LAMIA Bolivia hay un centenar de irregularidades. Sus dueños tenían vínculos estrechos con personajes al parecer perversos y oscuros que están en distintos escándalos de corrupción. Podemos mencionar entre estos macabros personajes. Ricardo Albacete, propietario de la flota de aviones de LAMIA; Xu Jingua, un funcionario diplomático de la República Popular de China, actualmente detenido en su país sobre hechos de corrupción y conocido en el mundo del crimen como Sam Pa vinculado con el narcotráfico. Por si fuera poco, según El Sol de Pando, existe la vinculación del Ministerio de la Presidencia jugando un papel fundamental para que LAMIA comience a operar en Bolivia. Recordemos que en el Ministerio de la Presidencia operaba una red criminal a la cabeza de Gabriela Zapata. Debemos mencionar que las acusaciones hacia Zapata fueron hechas con pompa y sonaja, y al parecer la investigación quedó en nada.

Tan fatídico escenario sería perfecto para que entrará en escena el detective belga Hércules Poirot. La trama tiene de todo: destrucción de las instituciones del Estado, socios extranjeros con prontuario delictivo y personal del gobierno boliviano que se encuentra embriagado de poder. Un drama policiaco que posiblemente supero a las novelas creadas por Agatha Christie. Una vez más la realidad boliviana ha superado la ficción.

Las investigaciones sobre el accidente de LAMIA Bolivia vuelven a poner sobre la mesa los malos manejos gubernamentales. Lo que comenzó con el despilfarro de dinero del Fondo Indígena, el tráfico de influencias del Caso Zapata, el querer modificar la constitución y desconocer el resultado del referéndum del 21 de febrero, y un accidente aéreo internacional nos muestran que los personajes que ahora se encuentran en las altas esferas del Estado crearon un millonario sistema de capitalismo de compadres.  




[*] Politólogo 

lunes, 2 de enero de 2017

El posible escenario político en el 2017




Jorge Roberto Marquez Meruvia[*]

Veo conveniente que al comenzar el año 2017 hagamos un breve repaso para comprender el escenario que posiblemente vayamos a vivir.

El periodo de los 90 del siglo XX es rotundamente importante para entender la Bolivia de hoy. En el primer gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada el año 1995 es clave para comprender nuestra fáctica realidad. Dos reformas son la base del Estado boliviano. La participación popular tiene una ambición más allá de llevar los recursos del Estado a los nuevos municipios, es también, llevar el Estado a los ciudadanos que se encuentran lejos del eje troncal. La actual autonomía es una evolución de la participación popular, la cual por cierto, fue y es mal comprendida por gran parte de los bolivianos; empero, es una base institucional y modernizadora de la administración del Estado. La capitalización fue una reforma desbordante en una democracia joven y en una sociedad que a momentos confundía la libertad con el libertinaje. Actualmente esa medida es totalmente criticada, olvidando los bonos sociales que se crearon gracias a ella como ser: el Bonosol que hoy lo conocemos como la Renta Dignidad.

Comenzando el siglo XXI observamos la radicalización de los discursos campesinos con base en el Chapare y el descontento de la población por las coaliciones gobernantes que entendieron el pacto político como la excusa para tener un pedazo de poder. Claro ejemplo de la avaricia partidaria en el gobierno de Hugo Banzer Suárez gracias a la conocida megacoalición. El año 2003 es el punto de quiebre, donde las coaliciones de gobierno no representan a grandes sectores de la población y medidas antipopulares como el impuesto al salario o el rumor de exportar gas por puertos chilenos desencadena olas de violencia donde Sánchez de Lozada debe renunciar a su segundo mandato. Hasta el año 2005 el escenario de gobernabilidad es incierto y lleno de indecisiones.

Evo Morales se hace con el poder en 2005. Entre sus medidas de gobierno se llevan a cabo la Asamblea Constituyente y la “nacionalización de los hidrocarburos” que fueron capitalizados en la década del 90 del siglo pasado. También es la clara muestra de que la sociedad boliviana no admitía las coaliciones de gobernantes. Con el pasar de los años se radicalizo el discurso del partido gobernante. Bajo ideas de izquierda intenta gobernar bajo la tuición de los movimientos sociales, olvidando que tales sectores tienen pedidos meramente particulares. Claro ejemplo del agotamiento de esa forma de gobernar es el conflicto con los cooperativistas mineros y la muerte de un Viceministro. La prebenda y el clientelismo son la base para mantener contentos a esos movimientos sociales y el tratar de ir en contra sus intereses es contar con un aliado menos que actuara con violencia por volver a tener los favores del partido gobernante y beneficiarse del Estado.

Ahora el partido en funciones de gobierno pretende una vez más bajo una gran cantidad de triquiñuelas modificar la constitución y las leyes, desconocer el referéndum del 21 de febrero con la excusa de que es el pueblo quien reclama a gritos una futura postulación de Evo Morales. El Movimiento al Socialismo con arrogancia y tiranía se adueña de la voz de la ciudadanía y trata de cualquier forma con actores de toda laya imponer a los bolivianos los puntos que acordaron en su Congreso Nacional para lograr una vez más que su único líder sea el candidato eterno.

Ante tan macabro escenario, los bolivianos debemos recordar las palabras del Hidalgo Quijote de Cervantes: “La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos; con ella no pueden igualarse los tesoros que encierra la tierra ni el mar encubre; por la libertad, así como por la honra, se puede y debe aventurar la vida, y, por el contrario, el cautiverio es el mayor mal que puede venir a los hombres.”



[*] Politólogo