Jorge Roberto Marquez Meruvia[*]
Aristóteles nació en Estagira el año 384 antes de
Cristo y murió el 322 a. C. “Política” es una de sus obras más importantes y
que sigue siendo relevante para la intelectualidad de Occidente.
La democracia según la tradición aristotélica de las
tres formas de gobierno llega hasta nosotros mediante textos en los cuales Herodoto,
Otanes, Megabizo y Darío discuten de manera apasionada en torno a la futura
forma de gobierno del Imperio Persa. Megabizo defiende la aristocracia y Darío
la monarquía, Otanes toma la defensa del gobierno popular cuyo nombre según el
antiguo uso griego es "isonoinia” (igualdad frente a la ley), con el
argumento que todavía por ese entonces los partidarios de la democracia
consideran fundamental: “cómo cabe en realidad que la monarquía, a cuyo
capricho es dado hacer impunemente cuanto se le antoje, pueda ser un gobierno
justo y arreglado”. Igualmente clásico es el argumento con el que el partidario
de la oligarquía (con apoyo del partidario de la monarquía) condena al gobierno
democrático: “Nada hay [...] más insolente en el querer que el vil y soez
populacho.” “¿Cómo puede gobernar bien aquel que ni aprendió de otro lo que es
útil y laudable ni de suyo es capaz de entenderlo?” “A manera de un impetuoso
torrente lo abate y arrastra todo.”
La tipología aristotélica, distingue tres formas puras
y tres formas impuras, según aquel que ejerce el poder y gobierne de acuerdo
con el interés general o con el interés personal. El “gobierno de la mayoría” o
“de la multitud”, distinguido del gobierno de uno solo o de pocos, es llamado “politia”, mientras que el nombre de democracia
es asignado a la forma impura, definida como el gobierno “con ventaja de los
pobres” y opuesta al gobierno con ventaja del monarca (tiranía) y al gobierno aventaja por los ricos (oligarquía). La forma de gobierno que en la
tradición post-aristotélica se convierte en el gobierno del pueblo o de todos
los ciudadanos, o de la mayoría de ellos, es aquella que en el tratado
aristotélico llega a ser considera como gobierno de la mayoría solamente en
cuanto gobierno de los pobres, siendo, por lo tanto, gobierno de una parte
contra la otra, aunque de la parte generalmente más numerosa.
Sobre la democracia entendida en el sentido más amplio
Aristóteles distingue cinco formas. La primera, ricos y pobres participan en el
gobierno en condiciones de paridad (donde la mayoría es popular únicamente
porque la clase popular es la más numerosa); la segunda, los cargos públicos son
asignados sobre la base de un censo muy bajo; la tercera, son admitidos en los
cargos públicos todos los ciudadanos con excepción de aquellos que se
encuentran privados de los derechos civiles luego de un procedimiento judicial;
la cuarta, son admitidos en los cargos públicos todos los ciudadanos sin
distinción; la quinta, sean cuales fueren los derechos políticos, es la masa y
no la ley la que se considera soberana (esto último es el dominio de los
demagogos, es la verdadera forma impura y corrupta del gobierno popular).
En Bolivia todo indicaría en base la obra de Aristóteles
que nos encontramos en un gobierno con dominio de los demagogos. Debemos
recordar que el desconocer los resultados del referéndum del 21 de febrero de
2016 es negar la decisión de la mayoría popular, es desconocer la decisión del
soberano. La excusa del gobierno, tiene como base que el “cártel de la mentira”
influyó en el electorado. Los votantes a base de engaños eligieron erróneamente.
Obviamente, el discurso gubernamental entra en contradicciones, ya que el mismo
Evo Morales admitió que fue un error haber escuchado a los movimientos sociales
los cuales le pedían se lleve a cabo el referéndum para una futura re-postulación
y modificar la constitución. La nueva oligarquía azul ha calificado de
indispensable a Morales Ayma y con esa decisión también sepultar a su propio
partido, ya que no tiene la capacidad de forjar nuevos liderazgos y someter al ostracismo a la inteligencia creativa y la innovación.