lunes, 4 de enero de 2021

El mito de la unidad

 

Cola di Rienzo

 

Jorge Roberto Marquez Meruvia*

El 2020 nos trae grandes enseñanzas que no fueron aprendidas por los actores políticos. La unidad es uno de los grandes mitos que la oposición sigue utilizando después del fracaso de las elecciones generales del 18 de octubre. Su lectura sobre la unidad tiene como base las elecciones de 2019, elecciones que tenían como novedad la candidatura del indeciso Carlos Mesa, su equipo de campaña intentó mostrarlo como la única opción con algo de éxito. La mala organización de gran parte de los partidos políticos, tuvieron como resultado dar su apoyo al candidato de Comunidad Ciudadana con la esperanza de lograr la presidencia. El escenario de 2020 fue inesperado para ellos, la única opción, el voto útil simplemente fue un discurso que negaba la realidad. Optaron por la filosofía barata y zapatos de goma.

La vida se venga de la poesía cuando ésta abandona su plano trascendente y pretende mezclarse en la realidad práctica. La política es arte, es creación de fantasía y de sentimiento; pero al mismo tiempo y sobre todo, es voluntad. No debemos olvidar que falta más que discursos y canciones de Petrarca para gobernar un Estado. Recordemos un episodio trágico de la historia universal. Un plebeyo, empapado de la cultura latina y seguidor de Dante de nombre Cola di Rienzo que pensó que era el elegido de Dios para fundar en Roma la vieja República. La historia romana, un clasicismo mal comprendido y la amistad y apoyo de Petrarca, lo impulsaron a llevar adelante tal empresa. Orador eficaz, logró sublevar al pueblo contra el Papa y en dos ocasiones tomó el gobierno de la ciudad eterna. Intentó restituir las antiguas instituciones y la costumbre republicana.

Su política era literatura y declamación; al final el pueblo que lo siguió entusiasmado se dio cuenta de la vacuidad y abstracción de su discurso. El pueblo romano se levantó contra Cola di Rienzo, intentó huir y salvar su vida tras derrumbarse todas sus heroicas fantasías. Cuando el palacio fue invadido por los revoltosos, se disfrazó, se pintó el rostro con hollín y cargaba a sus espaldas un colchón para ser confundido entre la multitud, pero en las escaleras fue reconocido. Para burlarse de él, lo obligaron a gritar: ¡abajo Cola!, luego lo ultimaron a puñaladas y lo decapitaron. Su cadáver fue arrastrado para escarmiento por las calles de Roma para luego quemarlo.

Cola di Rienzo es el ejemplo de como terminan los discursos cuando se encuentra de forma drástica con la realidad.

La unidad forzada no solamente podemos aplicarla a la oposición gubernamental, sino también al Movimiento Al Socialismo. Después de lograr la victoria por un margen bastante alto, podemos evidenciar lo que Robert Michels denomina: “la ley de hierro de la oligarquía”. La cual nos refiere a que una de las facciones dentro del MAS es la que toma las decisiones. Aunque el escenario es totalmente diferente a lo acostumbrado por su jefe nacional y no es aceptado de buena forma por un grupo bastante grande que conforman sus bases. Ejemplos de esto son la fallida candidatura de Pedro García a la gobernación cruceña y el alejamiento de Eva Copa para ir de candidata por el municipio de El Alto como los más relevantes, no olvidemos mencionar el malestar por las listas de candidatos en todo el país.

El paso que dio Eva Copa en El Alto nos muestra el principio de una gran escisión dentro del partido de gobierno y de la pugna entre el dedazo de una dirigencia nacional que perdió el contacto con sus bases y la renovación de nuevos cuadros políticos.

Como podemos ver, la unidad anhelada por muchos no existe y en un sistema democrático lo importante es la competencia de diferentes opciones para la toma de poder. Al mismo tiempo, nos muestra la realidad de todos los partidos políticos del país, su forma de trabajo y sus estructuras.

 



* Politólogo

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