martes, 19 de enero de 2016

Entre la legalidad y la legitimidad rumbo al referéndum del 21 de febrero



Jorge Roberto Marquez Meruvia[1]

Dentro de las aulas universitarias cuando tocan el tema de legalidad y legitimidad es muy usual utilizar el ejemplo de una balanza, dicha balanza tiene dos pesas donde en una de ellas se encuentra la legalidad y en la otra la legitimidad. La tarea del gobernante en un sistema ideal que es descrito por Carl Schmitt debería ser tomar una posición ecléctica, en la cual la balanza debería encontrarse al mismo nivel; sin embargo, en América Latina pecamos de la desmesurada y emocional ideario popular donde la legitimidad tiene mayor peso que lo legal.

Bolivia y gran parte de las sociedades latinoamericanas toman a la legitimidad como la excusa para satisfacer no solamente necesidades vitales, sino también, para hacer de sus delirios y deseos realidades palpables. Obviamente, los caudillos populistas son muy astutos en tomar como suyos los problemas de sus sociedades y tienen un poder carismático tal que parece harán realidad hasta los pedidos más estrafalarios. Estos caudillos tienen la innata capacidad de convertir estas aspiraciones legítimas en codificaciones legales. Las artimañas carismáticas no solamente son parte de los grandes líderes con grandes discursos, también tienen esta inmutable habilidad los sectores corporativizados. El más claro ejemplo lo podemos ver cuando los sectores sindicales salen a las calles exigiendo al gobierno abolir aquellas leyes que afectan sus intereses perjudicando a la ciudadanía en su conjunto. Estos pedidos llenos y rebosantes de legitimidad resultan ser pedidos de sectores particulares, en Bolivia podemos ver estos particularismos en los movimientos sociales que son los pilares del actual gobierno.

Belisario Betancur Cuartas (Presidente de Colombia, abogado y literato) menciono una vez que una de las malas costumbres de los latinoamericanos es tomar muy en serio eso de que “el papel lo aguanta todo”. En Bolivia es una costumbre histórica el codificar leyes por cada período legislativo sin ningún sentido, convirtiendo al parlamento en una especie de máquina la cual es programada para crear todas las leyes posibles dejando de lado el debate. Debemos recordar que en gran parte de nuestra región entienden la gobernabilidad y la gobernanza como tener los dos tercios (conocido popularmente como rodillo legislativo) en el parlamento para hacer realidad los sueños del caudillo que dirige el poder ejecutivo.

El referéndum nace gracias a un pedido legítimo de los movimientos sociales que ven al Presidente Evo Morales como el único hombre que tiene la capacidad de manejar los designios del país. Al tener el M.A.S. (Movimiento al Socialismo) partido en funciones de gobierno mayoría parlamentaria legaliza el pedido de los sectores sociales. Es así, que la ciudadanía el 21 de febrero asistirá a un referéndum donde la pregunta será: “¿Usted está de acuerdo con la reforma del artículo 168 de la Constitución Política del Estado para que la Presidenta o Presidente y la Vicepresidenta o Vicepresidente del Estado puedan ser reelectas o reelectos por dos veces de manera continua?”

Lamentablemente, nuestros políticos no tienen la capacidad de explicar a la ciudadanía que el acto electoral que se llevará a cabo en el mes de febrero tiene que ver con una modificación constitucional. La funesta labor sobre este asunto tanto de la oposición y el oficialismo se encuentra conformado por chauvinismos binarios, es decir, en dicotomías simples para confundir y captar ingenuos e incluso con tintes sentimentales donde el pueblo ese día le informará al Presidente Morales si aún lo quiere y es amado por todos.       


[1] Politólogo

martes, 12 de enero de 2016

Grandes de la cultura política de América Latina




 Jorge Roberto Marquez Meruvia[1]

Olvidémonos unos momentos de la precariedad de nuestra realidad, un ejercicio que es altamente necesario. Fue Belisario Betancur Cuartas (Presidente de Colombia, abogado y literato) quien se embarca en la búsqueda de latinoamericanos notables que dejaron su huella universal dentro la cultura política. América Latina en el siglo XX goza del auge de lo real-maravilloso, los escritores que hicieron que los ojos europeos se posen nuevamente en América fueron: Julio Cortázar, Gabriel García Márquez, Mario Vargas Llosa, Carlos Fuentes, entre otros notables de la literatura del nuevo mundo.



Betancur menciona que América Latina va más allá de ser fuente de narradores y poetas, Latinoamérica ha dado también grandes pensadores que legaron una “cultura política real”. El 12 de octubre de 1492 el ideal europeo invadió los hábitos, costumbres y realidades de los imperios indígenas. Para el indígena la realidad era su entorno en el cual se desenvolvía: el ideal del indígena se diferencia del europeo, ya que el aborigen no tiene la necesidad de ir tras la búsqueda de sueños y deseos, ya que estos son parte de la realidad que habita. Para ellos la realidad y los sueños son la misma cosa; sin embargo, el europeo es quien va por el camino de la peregrinación por la realidad la cual debe evadir y sus sueños son cosas que anhelan disfrutar, siendo los europeos quienes tienen utopías. Es así que lo real-maravilloso es la forma europea de observar América.



Empero, lo real-maravilloso no solamente es parte de la lírica latinoamericana, sino también que la filosofía, la forma de hacer historia, economía y política. Andrés Bello es quien en la vida contemporánea de América Latina ha hecho un aporte significativo, su obra desbordo el campo del derecho externo con Principios de derecho de gentes. Formulo la famosa Cláusula Bello, la cual es base del principio de la nación más favorecida que rige hoy las relaciones comerciales. Según Rafael Caldera (Presidente de Venezuela), Andrés Bello también dio unidad y universalidad a la lengua española, algo no alcanzado ni en la propia España.



No podemos dejar de mencionar que en la V Conferencia Americana de 1923, conocida por el “Pacto Gondra”, el cual es un Tratado para prevenir conflictos entre Estados Americanos. En la Habana en 1928, fue el escenario de la sexta conferencia celebrada en la cual se crea el principio de la No intervención, como resultado del desembarco de tropas norteamericanas en Nicaragua, Honduras y Guatemala. Es en la ya mencionada cumbre donde se adopta el Código Bustamante que es la base para consagrar el respeto al derecho internacional. También debemos mencionar como un gran avance la creación de la Comisión y la Corte Interamericana de Derechos Humanos.



Estos esfuerzos, suelen verse como ligerezas, o ideas generales para gran parte de los latinoamericanos (si es que conocen de estos). Es aquí donde la frase “el papel lo aguanta todo” es un macabro actor de nuestra realidad, debido que hasta algunos Estados desconocen de sus Tratados firmados. Estos detalles de nuestra informalidad política no deben empañar los grandes esfuerzos intelectuales como por ejemplo: Fragmento preliminar al estudio del derecho de Juan Bautista Alberdi y el Facundo de Domingo Faustino Sarmiento, siendo estos los precursores mucho antes que el estudio La personalidad autoritaria de Theodor Adorno.



Aunque la mentalidad Latinoamérica suele estancar a sus sociedades, podemos observar grandes avances y grandes intelectuales sensatos que lograron que sus obras queden en la eternidad.    



[1] Politólogo

viernes, 8 de enero de 2016

Agradecimiento a Santa Cruz de la Sierra



Jorge Roberto Marquez Meruvia[1]

Me gustaría de sobremanera comenzar el 2016 con una larga lista de agradecimientos a Santa Cruz de la Sierra. La capital oriental fue la cuna de mi aventura por los medios de comunicación y fue El Día que de manera muy amable tuvo el noble gesto de publicar artículos de mi autoría. Pudiendo equivocarme muy fácilmente, el cederme un espacio en la sección de opinión debe ser algo complicado, ya que tengo como trabajo resaltar el lado incomodo de nuestra sociedad; sin embargo, haciendo el trabajo por el cual se admira a la prensa libre El Día tiene entre sus virtudes conocer el significado de libertad que un día lo diera a conocer George Orwell en La rebelión en la granja: “si la libertad significa algo, será, sobre todo, el derecho a decirle a la gente aquello que no quiere oír”.

La Universidad Autónoma Gabriel René Moreno fue la casa de estudios superiores que me abrió las puertas para llevar a cabo dos conferencias: El ser cruceño en el siglo XXI: una mirada a la sociedad cruceña a partir de Enrique Finot hasta nuestros días y El valor de la teoría política. Las ya mencionadas conferencias fueron llevadas a cabo gracias a la carrera de Ciencia Política y la incansable labor de su director el Dr. Manfredo Bravo Chávez y todo su equipo de trabajo. Sin ellos, no hubiera sido posible llevar a cabo las conferencias.

Radio Oriental fue el medio que muy gentilmente compartió su espacio de análisis político dentro la onda radiofónica cruceña. Quienes tuvieron el atrevimiento de colocar a un servidor delante un micrófono para describir nuestra realidad, esperando que los oyentes empiecen a desencantarse y comenzar con la infinita tarea de plantearse preguntas más que respuestas. Los culpables (si vale el término) de dicho ejercicio son: Enrique Fernández García, Arturo y Mauricio Mendivil y todo el equipo de Contra viento y marea. También debo mencionar a Oscar Soruco y todo el equipo de Tumpa en radio. En los estudios de Radio Oriental hice grandes amistades con intelectuales bolivianos: Marco Antonio del Rio, Luis Christian Rivas, Romano Paz, José Orlando Peralta y Alejandro Balcázar.

Fue Televisión Universitaria quien me presento en las pantallas de los hogares cruceños. Oscar Soruco fue el autor intelectual y material para presentarme en un plató televisivo. Siguiendo su ejemplo Ernesto y Roberto Machicao Argiró también colocaron su confianza en mi persona para hacer análisis de coyuntura. Tumpa y Golpe de ideas me enseñaron de lo rápido que pasan los minutos en televisión. 
        
          Para terminar, fue en la Feria Internacional del Libro de Santa Cruz de la Sierra donde pude comentar Una mirada crítica sobre la obra de René Zavaleta Mercado del Dr. H. C. F. Mansilla. Fue en la feria donde pude encontrarme y conocer grandes amigos. Fue grato reencontrarme con el Dr. León E. Bieber y conocer al Dr. Peter Lewy. Ambos trabajando por la cultura de manera incansable, el primero con un interesante texto sobre Mauricio Hochschild (altamente recomendable) y el segundo con una de las más completas librerías de la ciudad.

          A todos darles gracias por hacer de Santa Cruz de la Sierra mi segundo hogar.



[1] Politólogo