lunes, 24 de octubre de 2016

Oscurantismo en el Siglo XXI




Jorge Roberto Marquez Meruvia[*]

Imaginemos que vivimos en la época de la razón y del conocimiento. Esa alarma que conocemos como feminismo se disfraza de igualdad y de derechos que hay que conseguir a toda costa. Sin embargo, no representa ningún tipo de reivindicación de género, simplemente es propaganda.

Todos aquellos que no siguen los parámetros de moda, terminan convertidos en enemigos del movimiento, el cual por cierto cree tener la verdad absoluta e indiscutible sobre el tema en cuestión. Su respuesta es la descalificación: “¿qué sabes tú?”, “¿y a quién le importa tu opinión?”, “¿y qué hiciste tú?”, etc. Se viene una nueva época oscura y tal como mencionaría Manuel Vicent cada vez más cerca de cada uno de nosotros se encuentra la peste.  “La bacteria de la peste llegó en medio de la ignorancia y del fanatismo, caldos de cultivo que todavía perviven. La ropa de los apestados la echaban al fuego y poco después la sustituyeron en la hoguera los herejes y científicos; aquellos vómitos negros no fueron distintos de los ladridos de Hitler y de otros políticos desde las tribunas, pero hoy las pulgas de la peste negra se han refugiado en las costuras de la Red, cuyos enlaces expanden una imbecilidad planetaria con fiebre y delirios en la mayoría de los usuarios, que no cesan de llenar de vómitos todo el espacio. Nuevas ratas siguen llegando por la nueva ruta de la seda.”

El feminismo se ha convertido en una postura personalista, es decir, que ha dejado de ser un lente ideológico para comprender la realidad y ha pasado a convertirse en una válvula de escape de las frustraciones personales disfrazadas de reivindicaciones sociales. Las cuales bajo el calificativo de justas toman las calles y la indignación comienza a correr al igual que la peste por la sociedad. No debemos olvidar que estos románticos movimientos desde sus cimientos proclaman la revolución y que su lucha es una sociedad utópica que debe de imponerse cueste lo que cueste. Hay que terminar a toda costa con el macho opresor.

Los males que ahora nos tocan no son novedosos. Empero, etiquetamos a los crueles y malvados más allá de nosotros. Ahora que vemos una Malala argentina, una Malala boliviana, una Malala peruana, una Malala brasilera, etc. Vemos que están igual o peor que en Pakistán. De repente las mujeres latinoamericanas que empeñaron esfuerzos para destruir el mito de que la violencia contra la mujer se encontraba en otras culturas que profesaban una fe diferente. Sorpresa, hay maltratos en cualquier parte del mundo y América Latina no es la excepción.

Las marchas que tomaron las ciudades latinoamericanas bajo la leyenda de “Ni una menos”, tristemente, pierden su significado. En el caso boliviano cierto grupo feminista casi sectario no acepta ningún tipo de competencia, ellas son las únicas que conocen del tema y atacan con todo lo que pueden a quienes quieren trabajar en sobre el mismo. Tomar las calles carece cada vez más de sentido, se van convirtiendo en una terapia de grupo que expresa sus miedos y frustraciones cada vez que en las noticias pasa un suceso “grave” de violencia de género.

El tema de la violencia no va a cambiar si no es tratado de manera integral, donde todos los ciudadanos participemos para realizar esos cambios. Los pequeños grupos que tratan de adueñarse del movimiento lo único que hacen es ser un aparato de propaganda sin sentido que saldrá a las calles creando nuevas ilusiones en todos nosotros, pero, a largo plazo la realidad seguirá siendo la misma.

Los dogmas traen consigo a los fundamentalismos. Los fundamentalistas en el mundo globalizado son los dueños de la verdad, donde el dialogo y el debate quedan proscritos. Estas con ellos o estas en contra de ellos. El oscurantismo ha regresado y su primer gran paso en el siglo XXI viene con las banderas del feminismo.




[*] Politólogo 

lunes, 17 de octubre de 2016

Periodismo prêt-à-porter




Jorge Roberto Marquez Meruvia[*]

El filósofo alemán Jürgen Habermas en su “Teoría de la acción comunicativa” observa que la manera de interrelación social del ser humano cambia de manera más que drástica. De una sociedad que se basaba bajo la idea de ritos y el aprecio de lo sagrado al gran salto del uso del signo lingüístico, con ayuda del pensamiento racional las “verdades” adoptadas por las diversas sociedades son sometidas a la crítica. Esas ideas, esas verdades gracias a los medios de masas van creando ciertas costumbres y así inicia la reproducción cultural. También, menciona que en la evolución histórica mencionada anteriormente los medios consideran una distinción importante: “lo público” y “lo privado” como dos esferas muy diferentes. Para ejemplificar “lo público” serían noticias de interés común como ser la interpelación de un ministro de Estado ante el Parlamento. “Lo privado” vendría a ser lo que hacen en sus vacaciones los “famosos” del medio local, nacional, o internacional y que no son de interés público. Así como no sería de interés público el color favorito de algún gobernador o alcalde.

La globalización, fenómeno que nos tiene a todos conectados a hecho que la información que otrora se movía lentamente, ahora lo hace con total rapidez y gracias a los sistemas expertos y las redes sociales la información se encuentra a un “click” de todos nosotros. Sin embargo, no todo es información de carácter público y gran parte de la información se encuentra en la esfera de “lo privado”. Guy Debord en “La sociedad del espectáculo” menciona que el espectáculo es una imagen invertida de la sociedad, es una sociedad mediada por imágenes. Lo que muestra no es la realidad, sino más bien una placida ficción.

Giovanni Sartori es un poco más apocalíptico, en “Homo Videns: la sociedad teledirigida” nos dice que el Homo Sapiens es ya un recuerdo sin sentido y que el mundo en el vivemos se encuentra dominado por el Homo Videns, el hombre que simplemente ve y cree en lo que ve. La reflexión se convierte trágicamente en un ejercicio del pasado, el hombre ha dejado de lado el pensar y simplemente cree en lo que los medios de comunicación en una sociedad de masas le ofrecen.

    Los productores de los espacios informativos y las famosas revistas matinales saben muy bien que no importa el contenido de sus espacios. Simplemente ofrecen lo que podemos denominar periodismo prêt-à-porter para el consumidor (televidente).

Los ya mencionados espacios televisivos pasan la semana con tres temas centrales: la crónica roja, la crónica rosa y los accidentes de tránsito. El crimen y todo lo que podemos relacionarlo ocupan más del 75% de los informativos; el porcentaje restante es campeado por los accidentes de tránsito los cuales aburren hasta el cansancio, ya que son recurrentes, cosas como por ejemplo el exceso de velocidad, el mal uso del cinturón de seguridad o, en el mejor de los casos gente imprudente que al estar delante de un volante decide beber alcohol en exceso y conducir; la crónica rosa también tiene un sector relevante, la farándula tiene sectores generosos que nos tienen al borde de nuestras emociones.

Los periodistas simplemente siguen órdenes de los productores y su trabajo se convierte en colocar los micrófonos en boca de sus “entrevistados”; olvidando completamente que los “entrevistados” también tienen derecho de no dar ningún tipo de declaración a la prensa. No debemos olvidar que esos espacios informativos cuentan con simples presentadores. Una red nacional puso en evidencia que no importa lo que pase en pantalla, todo se puede solucionar con una bolsa de orégano.

Hace ya un par de semanas Fernanda Gomez una estudiante de la Universidad Católica Boliviana, pudo poner en evidencia el trabajo de los periodistas, los cuales hacen todo por una primicia y no tienen la capacidad de formular preguntas al respecto. Ella, sostenía un letrero que era parte de una protesta ficticia sobre el cierre de un centro nocturno. La reacción de los periodistas fue dejarse llevar por el rumor, por etiquetarla y pocos fueron los que se acercaron y acertaron a hacerle preguntas sobre lo que estaba haciendo.

¿Será que el periodismo ha perdido la capacidad crítica que necesita toda sociedad y ahora simplemente les interesa crear productos vacíos de consumo para la sociedad de masas?






[*] Politólogo 

domingo, 9 de octubre de 2016

34 años en democracia




Jorge Roberto Marquez Meruvia[*]

Es necesario hacer un breve recorrido por la democracia boliviana que se inauguró un 10 de octubre de 1982 y recordar sus hitos más importantes para saber dónde nos encontramos y los pasos que debemos seguir hacia el futuro.

La sociedad boliviana tiene como “momento constitutivo” la victoria de la democracia un 10 de octubre de 1982. El gobierno de Hernán Siles Zuazo tenía dos grandes retos: el primero, resolver la crisis derivada del sistema Nacional Revolucionario creado en 1952; la segunda, crear instituciones democráticas fuertes. En ambas, su gobierno fue un fracaso y termino renunciando. Continuando con el lenguaje zavaletiano otro “momento constitutivo” sucede en 1985 con el Decreto Supremo 21060 y la nueva política económica. Fue Víctor Paz Estenssoro quien puso fin al sistema Nacional Revolucionario que él mismo creo tras hacerse con el poder en la revolución de abril de 1952. Estos dos hitos marcan el principio de la joven democracia boliviana.

 En 1989 los bolivianos pasamos por el “empate catastrófico”, el “triple empate”, tuvo como solución el cruzar puentes sobre “ríos de sangre”. Por primera y única vez en nuestra historia quien había resultado tercero en elecciones generales se convierte en presidente de Bolivia. La “banda de los cuatro” había cometido su fin y Jaime Paz Zamora es presidente de Bolivia pactando con Hugo Banzer Suárez quien en la década del 70 perseguía a los militantes del MIR del cual Paz Zamora era su jefe máximo. El gobierno de Jaime Paz Zamora evidencio que en democracia el pacto político era necesario. Pacto político que fue mal entendido en una incipiente democracia como la boliviana.

El periodo de los 90 del siglo XX es rotundamente importante para comprender la apropiación de la sociedad del ejercicio ciudadano. En el primer gobierno de Gonzalo Sánchez de Lozada el año 1995 es clave para comprender las acciones tomadas en el siglo XXI. Dos reformas son la base del Estado boliviano. La Participación Popular tiene una ambición más allá de llevar los recursos del Estado a los nuevos municipios, es también, llevar el Estado a los ciudadanos que se encuentran lejos del eje troncal. La actual autonomía es una evolución de la participación popular, la cual por cierto, fue y es mal comprendida por gran parte de los bolivianos. Empero, es una base institucional y modernizadora de la administración del Estado. La capitalización fue una reforma desbordante en una democracia joven y en una sociedad que a momentos confundía la libertad con el libertinaje. Actualmente esa medida es totalmente criticada. Olvidando de manera generosa los bonos sociales que se crearon gracias a ella como ser: el Bonosol que hoy lo conocemos como la Renta Dignidad.



Comenzando el siglo XXI observamos la radicalización de los discursos campesinos con base en el Chapare y el descontento de la población por las coaliciones gobernantes que entendieron el pacto político como la excusa para tener un pedazo de poder. Claro ejemplo de la avaricia partidaria es el gobierno de Hugo Banzer Suárez gracias a la conocida megacoalición. El año 2003 es el punto de quiebre, donde las coaliciones de gobierno no representan a grandes sectores de la población y medidas antipopulares como el impuesto al salario o el rumor de exportar gas por puertos chilenos desencadena olas de violencia donde Sánchez de Lozada debe renunciar a su segundo mandato. Hasta el año 2005 el escenario de gobernabilidad es incierto y lleno de indecisiones.

Evo Morales se hace con el poder en 2005. Entre sus medidas de gobierno se llevan a cabo la Asamblea Constituyente y la nacionalización de los hidrocarburos que fueron capitalizados en la década del 90 del siglo pasado. También es la clara muestra de que la sociedad boliviana no admitía las coaliciones partidistas. Con el pasar de los años se radicalizo el discurso del partido gobernante. Bajo ideas de izquierda intenta gobernar bajo la tuición de los movimientos sociales. Siendo ese el escenario en el cual vivimos es prudente saber qué son esos llamados movimientos sociales.

Sobre los movimientos sociales hasta hoy en día no existe una teoría satisfactoria sobre esta problemática. Sin embargo, podemos hacer un bosquejo, en el cual encontraremos dos vetas de reflexión de los pensadores clásicos. Por un lado tenemos a Ortega y Gasset, Tarde y Le Bon quienes se preocupan de sobremanera por la incursión de las masas dentro del escenario político y observan en el comportamiento de la multitud (comportamiento colectivo), una nefasta manifestación de irracionalidad, existiendo así una devastación del orden existente. Por otro lado tenemos a Marx, Weber y Durkheim, aunque con implicaciones distintas, veían en los movimientos colectivos una modalidad de acción social que van desde formas de solidaridad más complejas, la transición del tradicionalismo hacia lo legal-burocrático o la explosión revolucionaria, respectivamente. En todos los autores mencionados, se encuentran presentes algunos motivos comunes en el análisis de los comportamientos colectivos y de los movimientos sociales: acentúan en la existencia de tensión dentro la sociedad, la individuación de un cambio, la observación del paso de un estadio de integración a otro mediante transformaciones sean como fuere inducidas por los comportamientos sociales.



El partido gobernante ha olvidado que tales sectores tienen pedidos meramente particulares. Claro ejemplo del agotamiento de esa forma de gobernar es el conflicto con los cooperativistas mineros y la muerte de un Viceministro. La prebenda y el clientelismo son la base para mantener contentos a esos movimientos sociales y el tratar de ir en contra sus intereses es contar con un aliado menos que actuara con violencia por volver a tener los favores del partido gobernante y beneficiarse del Estado. El pedido de tales movimientos sociales parece tener más peso que la ciudadanía en su conjunto, ya que el partido gobernante en diciembre piensa considerar el pedido de una re-elección más del Presidente Evo Morales debido a la existencia de más de 100 resoluciones de éste tipo de organizaciones. Dejando de lado la derrota del referéndum vinculante del 21 de febrero.

Un 17 de octubre de 2003 en el Congreso a las 21:30hrs se dio lectura a una carta de renuncia en la cual ya profetizaba el problema con los pedidos de grupos corporativos. Entre sus partes más importantes mencionaba: “Bolivia está viviendo horas cruciales. La democracia está bajo el asedio de grupos corporativos, políticos y sindicales que no creen en ella y la utilizan según sus conveniencias.”



El futuro una vez más es incierto. Afortunadamente, no todo se encuentra perdido. El pacto político juega un papel muy importante para las nuevas generaciones. El pacto político entendido como dialogo, como la base para escuchar al otro, tolerarlo, entenderlo y compartir ideas. Contra la nefasta hegemonía del poder por un único proyecto que no encuentra delante suyo ciudadanos, sino simplemente enemigos.



[*] Politólogo 

lunes, 3 de octubre de 2016

La paz NO se condiciona




Jorge Roberto Marquez Meruvia[*]

Los colombianos han hecho historia el 2 de octubre de 2016. Con el 50,2% de los votos le dijeron NO y rechazaron el acuerdo de paz entre el Gobierno y las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) contra 49,7% que le dijeron sí al acuerdo. No debemos olvidar que éste proceso electoral conto con el 60% de abstención. El romanticismo del “sí” no pudo cambiar la realidad del escenario catastrófico de más de 50 años de conflicto armado donde el 80% de afectados son ciudadanos. El borrón y cuenta nueva que representaba el “sí” por la paz no pudo desaparecer bajo el tapete el dolor de miles de familias colombianas que perdieron a sus seres queridos. La victoria del NO representa que los ciudadanos le dicen a su gobierno y a la guerrilla que la paz NO se condiciona.

El expresidente Álvaro Uribe que encabezaba el voto por el NO mencionó a los medios de comunicación que “la paz es ilusionante, los textos de La Habana son decepcionantes”. Después de la victoria del NO en el plebiscito, podemos estar seguros que actuó el espíritu crítico. Al respecto Enrique Fernández mencionaba hace un par de meses que “Cuando es una manifestación del espíritu crítico, ese par de letras surge tras un análisis profundo y auténtico que realiza quien lo emplea. No pensamos, por lo tanto, en la negativa que llevan a cabo seres caprichosos, sin deseos de luchar contra sus prejuicios, supersticiones e insuficiencias. Es innegable que cualquiera puede pronunciar esa voz, incluso escribirla con letras descomunales, salvo si alguna patología se lo impide. Lo que no todos pueden hacer es sostener esa posición frente a variados detractores. Más no se debe imaginar solo al prójimo que rechaza tal postura, pues podemos ser también nuestros propios enemigos. No es infrecuente que alguien se proclame cansado de una situación determinada y, poco después, se retracte, sea expresa o tácitamente. El desafío es ser consecuentes con esa decisión”.

El escenario colombiano es complicado como en cualquier otra zona del mundo donde existe un conflicto armado. La impopularidad de la guerrilla y el control que tiene en varias zonas del país es muy conocida por la ciudadanía colombiana. Además, hay que mencionar que estos territorios tienen su “propia moneda” que es la pasta base de cocaína y su cuidado a plantaciones de coca y “cobro de impuestos” a los narcotraficantes para llegar a su materia prima ha salido en medios internacionales gracias a documentales. El acuerdo FARC-Gobierno tenía entre sus puntos que los líderes guerrilleros podían participar activamente en política y que ninguno asumiera responsabilidades sobre sus crímenes. Es posible que esos puntos del acuerdo hayan calado en gran parte de los votantes que irían por el “sí”.

El resultando también demuestra la polarización del escenario político colombiano. Sin embargo, tiene la capacidad de mostrar al mundo que la paz se debe construir y seguir trabajando para conseguirla, ya que el romanticismo de un “sí” no hubiera podido convertir a los guerrilleros de la FARC en beatos de la noche a la mañana. La paz en Colombia es un proceso de largo plazo donde uno de sus pasos más importantes es el cese al fuego y la futura transformación de guerrilleros a ciudadanos.

Colombia le ha demostrado al mundo el valor de la democracia y el ejercicio de la ciudadanía. El NO representa que la paz no debe tener condiciones y que debe ser construida por todos.  




[*] Politólogo