lunes, 19 de junio de 2017

Facho Zambrana




Jorge Roberto Márquez Meruvia[*]

En junio de 1988 durante el gobierno de Víctor Paz Estenssoro los bolivianos vivimos el único hecho de censura donde el aparato estatal cerró un medio de comunicación. La Dirección General de Telecomunicaciones clausuró por un año a Radio y Televisión Popular. Lo que desató el accionar del gobierno en ese entonces fue un programa transmitido en vivo donde Roberto Suárez Gómez el “Rey de la cocaína” acusó al presidente Paz de ser el “Virrey de la cocaína”. Ya pasaron 28 años de la única censura a un medio de comunicación en el país en 35 años de democracia ininterrumpida. Ahora en pleno siglo XXI el popular cantautor Fabio Zambrana lidera una campaña de censura que pretende cerrar un programa de televisión de farándula, ya que según su criterio es TV basura y destruye vidas. La campaña conocida por la población se llama “Construir no destruir” tiene como fin sacar del aire al programa “Divinas y famosos” que se transmite por una red local en Santa Cruz de la Sierra.

La campaña liderada por Facho Zambrana tiene un alto apoyo popular. Sin embargo, quienes lo apoyan no logran comprender el peligro que corre la libertad de prensa, la libertad de expresión y libertad de conciencia al seguir ciegamente al autodenominado líder de la moral televisiva. Eso demuestra que gran parte de la sociedad boliviana bajo la excusa de cuidar una sociedad conservadora que vale oro en realidad, demuestra que la bolivianidad tiene una característica santurrona y mojigata. Claro ejemplo de las actitudes mencionas es, que siendo Bolivia un Estado laico, los feriados religiosos siguen siendo respetados y todas las instituciones del Estado siguen sacando autos de buen gobierno y prohibiendo el consumo de bebidas alcohólicas. Sabiendo que esas acciones son inconstitucionales. Esto convierte a la sociedad boliviana en un rebaño que tiene la necesidad de ser guiado por los gobernantes de turno. Se anula al individuo y se fortalece la conducta gregaria.

Muchos entusiastas seguidores de la utopía santurrona y mojigata de Facho Zambrana al parecer no saben que la campaña no solamente es para sacar del aire un programa de farándula. Al parecer desconocen que también es un pedido para que las autoridades gubernamentales creen un ente regulador de la TV basura. Los bolivianos en su conjunto parecen haber olvidado que el gobierno del presidente Morales Aima tiene una campaña sistemática de persecución contra los medios de comunicación independientes. La censura impuesta por el gobierno contra los medios la conocemos como “cártel de la mentira” y recordemos la persecución a periodistas que llegaron incluso al exilio. Andrés Gomes Vela y Gonzalo Rivera fueron retirados de sus respectivos medios de comunicación al ser estos advertidos por las autoridades que ya no iban a recibir propaganda estatal si estos periodistas seguían trabajando en los mismos. La persecución a Amalia Pando y el cierre de una de las radios en las cuales trabajaba. Llevaron a Humberto Vacaflor a un tribunal ordinario cuando debería de haber sido juzgado por un tribunal de imprenta y el exilio del periodista Carlos Valverde Bravo y el director del Sol de Pando Wilson García Mérida. El apoyo de personajes de la televisión hacia la causa de Facho Zambrana es la clara prueba que somos una sociedad acrítica y que no tenemos la capacidad de ver al peligro cuando lo tenemos muy cerca.



De llegar a tener éxito Facho Zambrana en abrirle al gobierno la puerta grande de la censura de los medios de comunicación, espero que periodistas, presentadores de televisión y demás no vengan con lloriqueos y golpes de pecho suplicando el respeto por la libertad de prensa y libertad de expresión, ya que en su momento no hicieron nada, fueron complacientes y cómplices de la censura.

En caso de que éste artículo vaya en contra del ídolo del pueblo y toque las fibras más sensibles de los bolivianos, ya que creen que es una campaña en bien del futuro de sus hijos y de las próximas generaciones, me declaro enemigo público número uno de la bolivianidad por defender el bien supremo de la libertad.







[*] Politólogo, Subdirector de Gaceta Hoy

jueves, 15 de junio de 2017

La TV Basura vs Fabio Zambrana




Jorge Roberto Márquez Meruvia[*]

Bolivia es un país pequeño y subdesarrollado. Es uno de los países más pobres del continente americano y tiene una clase política muy parecida al del resto de América Latina donde lo popular, ordinario y la chabacanería de sus líderes suele ser fuertemente celebrado. Las élites y las clases populares tienen los mismos gustos y comparten el nacionalismo-patriotero exagerado y el folclore. “La idea de grande nos es familiar y común. Las montañas pasman; los ríos son enormes brazos de mar; las llanuras desmesuradas hacen concebir la idea del infinito. Fauna y flora muestran una variedad y riqueza sorprendentes; los sentidos están hechos para percibir lo enorme, lo grandioso; y la imaginación sólo concibe lo mejor y lo perfecto. Poco curiosos, no teniendo al alcance de la vista sino el espectáculo de nosotros mismos, ignoramos el valor de lo demás. Circunscrito el país dentro de sus propias fronteras, sin contacto frecuente con las demás naciones, sólo le interesa la contemplación y la valoración de sus propios medios.”

Las noticias son aburridas, los problemas son los mismos casi siempre. Los espacios informativos televisivos pasan la semana con tres temas centrales: la crónica roja, la crónica rosa y los accidentes de tránsito. El crimen y todo lo que podemos relacionarlo ocupan más del 75% de los informativos; el porcentaje restante es campeado por los accidentes de tránsito los cuales aburren hasta el cansancio, ya que son recurrentes. Cosas como por ejemplo, el exceso de velocidad, el mal uso del cinturón de seguridad o, en el mejor de los casos gente imprudente que al estar delante de un volante decide beber alcohol en exceso y conducir; la crónica rosa también tiene un sector relevante, la farándula tiene sectores generosos que intentan tenernos al borde de nuestras emociones. Los espacios sobre política y deportes son una obligación que no parece interesarles a los productores. Posiblemente, por ser un espacio aburrido y tener a los mismos actores políticos y jugadores de fútbol por más de diez años consecutivos con los mismos problemas y los mismos discursos.

Es raro cuando pasa algo extraordinario (muy divertido) y podemos catalogar de “bomba” la lucha frontal del “Mozart boliviano” Fabio Zambrana contra la TV basura. Los programas televisivos que se dedican a la farándula en Bolivia son escasos el más “grande” y único es “Divinas y famosos”. Es un programa aburrido, largo, con grandes sectores de publicidad y con un par de minutos para adentrarse en el día a día de los “famosos” los cuales son escasos y locales. Los “famosos” que aparecen en el programa de farándula no son conocidos a nivel nacional. Simplemente, son personaje que viven en Santa Cruz de la Sierra y no tienen nada de extraordinario. Los presentadores del programa dedicado al “jet set” tienen divertidas discusiones y puntos de vista al cual más disparatado y cuentan con un periodista que cubre entrevistas sobre “escándalos” de los “famosos”. A nuestro “famoso” cantautor al parecer le molesto el acoso que sufría de parte de éste programa y le declaro la guerra hasta sus últimas consecuencias a la TV basura. Por suerte, Fabio Zambrana vive en Bolivia y no en Argentina, Brasil, México y una infinidad de países donde los programas de farándula proliferan como las moscas y son un negocio muy rentable, ya que no podría resistir el acoso de los medios de comunicación que quieren saber datos insignificantes de sus hábitos diarios.

La pelea contra la TV basura es una lucha perdida. Las televisoras bolivianas son pobres, les resulta más barato importar contenidos malísimos de Perú, México, Brasil, Argentina y Colombia. Los programas que se presentan en horarios estelares son franquicias a cual peor y parecen que cumplen con las expectativas de los televidentes. La paradoja de todo esto es que quien comienza la lucha contra la TV basura se alimentó de esta durante mucho tiempo ya que gran parte de su obra tiene esos estándares.



Para terminar, simplemente voy a citar unas profundas líneas de la obra de Fabio Zambrana que nos ejemplificará la batalla por una “mejor televisión”: “¡que huevada, que huevada, que huevada! ¡Ay, que huevada!”.

GACETAHOY          








[*] Politólogo, Subdirector de Gaceta Hoy 

lunes, 5 de junio de 2017

50 años de planificación urbana en Santa Cruz




Jorge Roberto Márquez Meruvia[*]

En la decimoctava Feria Internacional del Libro de Santa Cruz de la Sierra gracias a la invitación del arquitecto Fernando Prado Salmón y la “Editorial El País”, en compañía de la periodista Maggy Talavera estuvimos comentando: «50 años de planificación urbana en Santa Cruz. Una narración con enfoque autobiográfico».

Fernando Prado con éste libro tiene una clara intención, que los ciudadanos vuelvan a poner los ojos en la ciudad, ya que todos somos parte de ese organismo vivo que cambia y se modifica constantemente. Las grandes ciudades desde las polis griegas, las ciudades romanas, o las ciudades que fueron cuna del renacimiento llegaron a su esplendor gracias a sus ciudadanos que crearon cada espacio de manera minuciosa y dejaron un legado que hasta ahora podemos disfrutar. Actualmente, Nueva York, Tokio, Londres, Madrid y demás, van modificándose diariamente a una velocidad impresionante donde sus habitantes juegan un papel muy importante, ya que son el reflejo de los espacios públicos; la arquitectura que podemos disfrutar nos muestran los estilos, estética y capacidad económica de sus ciudadanos; y el respeto a la ley que tiene cada uno de nosotros.



La planificación cruceña en el siglo XX tiene su inicio el año 1967, es entonces donde los ciudadanos más allá de la administración del municipio piensan e imaginan la ciudad a futuro. Ejercicio, que es muy usual en cualquier parte del mundo y que se puso en práctica en la capital oriental. Desde la fundación de la ciudad el 26 de febrero de 1561, tras tres traslados se terminó asentándose en el territorio conocido como San Lorenzo Real de la Frontera. Desde entonces sus habitantes tuvieron que dominar el medio ambiente y estructurar los espacios públicos.



Santa Cruz de la Sierra es ahora la capital económica más importante de Bolivia y con un gran crecimiento. Cerca de los dos millones de habitantes, la ciudad cada día se enfrenta a nuevos retos. Los problemas actuales son mencionados por el autor, ya que surgieron en la planificación urbana del año 1985.

Hay que recalcar la labor incansable de Fernando Prado por Santa Cruz de la Sierra, su vida y su trabajo se unen y en éste texto somos testigos de 50 años de labor imparable. Con el CEDURE (Centro de Estudios para el Desarrollo Urbano y Regional) como director y fundador es actor activo con campañas de educación ciudadana. La planificación que comenzara en 1967 no se detiene, Fernando, sigue trabajando sabiendo que cada día el pueblo al que tanto ama se va convirtiendo en una de las metrópolis importantes del cono sur. Su libro no solamente es un relato de la planificación y su historia, sino también, nos muestra los paradigmas del futuro que todos tendremos que enfrentar, la importancia de la naturaleza que es parte de la capital oriental y del apego que tenemos todos con el espacio público.



El autor en sus páginas nos menciona lo importante que es el interés de los habitantes por la ciudad en la que viven, ya que son los actores principales de los cambios y el orden. Lamentablemente, la apatía de parte de sus habitantes hace que dejen de lado la toma de decisiones importantes y el respeto a la naturaleza. Algo que ocurre en todas las ciudades del país y hace que dejemos estos problemas a los políticos. Ese accionar es un error, ya que el futuro de la ciudad, la educación vial y la cultura es un reflejo de cada uno de nosotros de ese organismo vivo en el cual nos desenvolvemos. Fernando, nos insta a retomar ese papel y que nuestra voz sea escucha. Nuestro futuro es importante y es un peligro dejar nuestro futuro a los políticos.         



[*] Politólogo