lunes, 30 de marzo de 2020

Las crisis, los nuevos liderazgos y la bajeza en política




Jorge Roberto Marquez Meruvia*

Bolivia se encuentra pasando por momentos críticos. El primero son los sucesos acaecidos en octubre y noviembre de 2019. La manipulación de las elecciones generales terminó en la renuncia de Evo Morales y Álvaro García Linera. Tras el vacío de poder acontecido los grupos privilegiados del “Proceso de Cambio” no pudieron hacerle frente a la crisis política, un claro ejemplo de esto es el papel que desempeñaron “Columna Sur” de la senadora Adriana Salvatierra y “Generación Evo” de la otrora diputada Valeria Silva. Ante el abandono que realizaron, nuevas figuras aparecieron en el Movimiento Al Socialismo. La irrupción de Eva Copa al ser elegida como presidente del Senado y ser al mismo tiempo cabeza de la Asamblea Legislativa Plurinacional, pone en evidencia la renovación de liderazgos dentro el MAS que tarde o temprano deben ser admitidos por los líderes en el exilio para la supervivencia del partido.

En la otra vereda Jeanine Añez, es quien por sucesión constitucional toma el mando del Órgano Ejecutivo, convirtiéndose en presidente constitucional. Ambos órganos del Estado llevan adelante el periodo de transición. Lograron la pacificación del país, una ley para llevar a cabo las nuevas elecciones generales, la prórroga del gobierno y la conformación del Tribunal Supremo Electoral. Independientemente de las acusaciones de ambos bandos políticos, el trabajo realizado puso primero los intereses del país y fueron acabando con la incertidumbre. Entre los hechos destacados tenemos la aceptación de las renuncias de Evo Morales y Álvaro García Linera por parte de la Asamblea Legislativa Plurinacional y la censura al Ministro de Defensa, Fernando López. Los dos sucesos, son la muestra de que existe independencia de órganos de poder, algo que se reclamaba por más de diez años con el anterior régimen y que es la base de una democracia en reconstrucción.

El segundo momento crítico, es la pandemia global del COVID-19, donde el Ejecutivo con decretos supremos y el Legislativo con una ley para diferir créditos y reducir al 50% las facturas de los servicios básicos, los órganos trabajan ante la inminente crisis sanitaria. Sin embargo, falta trabajo coordinado de todos los niveles del Estado (Gobierno Central, Gobernaciones y Municipios), para esto último no necesitamos descubrir el agua tibia. Ya tuvimos como Estado un gran trabajo realizado en pandemias, la forma en que luchamos contra la cólera en los 90’s del siglo XX, es un gran ejemplo a replicar. La información y concientización sobre el coronavirus podría tener como respuesta en las comunidades más alejadas de las ciudades capitales lo que se hizo con el tema del cólera.

Más allá de los esfuerzos realizados por todos contra la pandemia, existen quienes deben recurrir a la vulgaridad y la bajeza política. Su angurria de poder no conoce límites y se encuentran muy lejos de ser los líderes que necesitamos en momentos críticos como los que vivimos. Luis Arce Catacora candidato del MAS y voceros de Comunidad Ciudadana mencionaron que las elecciones deben realizarse lo más antes posible. Aunque, el primero parece haberse dado cuenta del error que cometía porque nos encontramos en la parte exponencial de la curva de infectados; Carlos de Mesa y sus conmilitones están dispuestos a realizar su campaña política con la tragedia sanitaria. Sobre éste último su jefe de campaña parece que se va quedando sin ideas para que su candidato siga siendo considerado como aquel que tiene la capacidad de concentrar el voto útil y ser la única opción para la presidencia del país. También, podemos mencionar las pésimas acciones tomadas por la exministro de comunicación y candidato a una diputación plurinominal, Roxana Lizárraga haciendo publicidad sobre un producto que según ella, ayuda a combatir el coronavirus. O las acciones de control para todos aquellos infractores de la cuarentena que propone Camacho por redes sociales, propuesta que puede ser la base de desinformación.

Las crisis nos muestran quienes son los verdaderos líderes que están pensando en el futuro de todos nosotros y los oportunistas que lo único que quieren es hacerse con el poder y ven al Estado para repartírselo como botín.



* Politólogo

jueves, 26 de marzo de 2020

El COVID-19 y los hombres de Estado




Jorge Roberto Marquez Meruvia*

Byung-Chul Han, en una columna que publica en “El País” menciona que los países asiáticos donde se controla el COVID-19 se deben a raíces culturales autoritarias, debido al confucionisno (colectivismo). A diferencia de Europa, donde la disciplina parece no ser su fuerte y confunden las libertades con el libertinaje. Corea del Sur por ejemplo, ha roto con la privacidad de su población con tal de controlar el brote del coronavirus y es una sociedad altamente vigilada, al igual que Japón, China, Singapur, u Hong Kong. La disciplinan en estos países es parte de las herencias culturales que conllevan, hacen que todos sus ciudadanos acaten sin la más mínima duda las acciones tomadas por las autoridades gubernamentales. A lo anteriormente mencionado, debemos agregar el papel fundamental que juega la tecnología y el big data, al ser sociedades interconectadas el rastreo de los enfermos y posibles contagios es fácil de controlar. No corren tal suerte los Estados autoritarios de América Latina, los cuales no cuentan con los recursos de Japón o China.

Independientemente de lo planteado, siempre es bueno tratar de ver el escenario con otros ojos. Para tal efecto, debemos referirnos a la novela “La Peste” de Albert Camus. En un pueblo llamado Orán surge una enfermedad pandémica letal, la peste. Es una ciudad que se encuentra aislada del mundo y el único medio para informarse que tienen sus ciudadanos es la radio que continuamente va dando información de los nuevos infectados por la peste. “Ya no había destinos individuales, sino una historia colectiva que era la peste y sentimientos compartidos por todo el mundo. El más importante era la separación y el exilio, con lo que eso significaba de miedo y de rebeldía”. La solución según el autor es la solidaridad y una de sus máximas al respecto fue: “Hay en los hombres cosas más dignas de admiración que de desprecio”. La normalidad es un orden ilusorio y debemos adecuarnos y adaptarnos a las nuevas normalidades. Esto nos obliga a entender la solidaridad como la responsabilidad individual que tenemos con los otros y en las condiciones de nuestro país es de ésta solidaridad que necesitamos, ser conscientes de que nuestros actos tienen consecuencias, no solamente con nosotros, sino también, con nuestros seres queridos y allegados.

En el país ya se va hablando de la posibilidad de entrar en un Estado de excepción. Según nuestra constitución, el Estado de excepción en una atribución del Órgano Ejecutivo y podrá ser declarado por la presidente, pero tal medida depende de la aprobación de la Asamblea Legislativa Plurinacional. Así, lo dictan los artículos 137 y 138 de la CPE. Llegar al escenario del Estado de excepción debe ser coordinado por todos los Órganos que componen el Estado. Esa coordinación se llama, gobierno en acción ante una pandemia. Es deber del gobierno cuidar la vida de todos y en política, los símbolos a utilizarse en momentos de crisis son importantes. Los cuatro Órganos del Estado deben trabar en conjunto para tomar esta decisión y todos sus componentes deben estar conscientes de las consecuencias de sus actos.

Más allá del infantilismo político que es una costumbre casi arraigada y que los gobernantes tienen la costumbre de mostrarnos la realidad que desean que creamos por medio de la propaganda, ya no estamos en circunstancias de darnos ésos lujos. Estamos en un momento de crisis, donde incluso las campañas pasan a un segundo plano. La realidad que vivimos, ha dejado de lado los colores, tendencias e ideologías políticas, ya no necesitamos del maniqueísmo político, sino de hombres de Estado.

Los hombres de Estado son aquellos que saben y también acataran los sacrificios que piden a la población para pasar la propagación del COVID-19. Es momento del sacrificio, pero no en el martirio, el dolor, o el sufrimiento, sino, en el de la persistencia. La vida de todos se encuentra en riesgo y es deber de cada uno de nosotros protegernos. Ojalá, los políticos entiendan esto y tomen las directrices correspondientes por el bien del país.   


* Politólogo

lunes, 23 de marzo de 2020

Víctor Paz Estenssoro: una biografía política




Jorge Roberto Marquez Meruvia*

Joseph C. Holtey nos presenta una biografía política de uno de los políticos del siglo XX boliviano, el Dr. Víctor Paz Estenssoro. En su texto realiza un rápido repaso de su niñez en Tarija, departamento ubicado en el sur del país del cual hasta el momento tenemos tres presidentes: Narciso Campero (1880-1884), Aniceto Arce (1888-1892) y Víctor Paz Estenssoro quien asumiera la primera magistratura en cuatro ocasiones (1952-1956, 1960-1964, 1964 y 1985-1989).

Paz Estenssoro, pasa poco tiempo en su natal Tarija, donde estudio en el Colegio Nacional San Luis de Gonzaga. Tras el traslado por el trabajo de su padre, prosiguió sus estudios hasta alcanzar el bachillerato en el Colegio Bolívar de la ciudad de Oruro. Fue ahí, donde conoció el arduo trabajo de los mineros.

Al llegar a la ciudad de La Paz, estudia la carrera de derecho en la Universidad Mayor de San Andrés, aunque a él, le hubiera gustado estudiar la carrera de ingeniería, pero debido a problemas familiares debe dejarla. Ya terminando la carrera de derecho tiene la posibilidad de trabajar en el Congreso, desde el cual puede observar el manejo del legislativo por parte de los Barones del Estaño. Tiempo después, trabajaría como abogado para la “Patiño Mines & Enterprises Consolidated, Inc.”.

Su incursión en la política se debe a la oportunidad de poder ser elegido para la convención de 1938, el curul lo gana por su natal Tarija. En esta Convención Nacional se crea la idea de patrimonio nacional y hasta ése momento solamente dos países americanos constitucionalizaron el concepto, México y Bolivia.

Participo en los gobiernos de Germán Busch Becerra y Gualberto Villarroel López. En 1941 junto con Germán Monrroy Block, Walter Guevara, Hernan Siles Zuazo, Juan Lechín Oquendo y Ñuflo Chávez Ortiz, entre otros, fundan el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR). Tras el asesinato de Villarroel, Paz Estenssoro pasa al exilio, ejercicio que lo realiza más de una vez en toda su vida.

Entre los datos curiosos de una de las convenciones nacionales llevadas a cabo por los movimientistas para elegir al binomio que participaría en la elección de 1951 se manejaba a Franz Tamayo como candidato a presidente y a Paz Estenssoro como vicepresidente, esto no llegó a consolidarse ya que Paz tuvo un roce en el parlamento con Tamayo sobre una ley para reformar el agro en Tarija.

La revolución de 1952 es la parte central del trabajo de Holtey, donde podemos observar la lucha interna de las diferentes facciones dentro del MNR y el papel importantísimo que jugaba Paz Estenssoro como articulador de los grupos tanto de izquierda y derecha dentro del partido. Debemos resaltar el pragmatismo de Paz, al saber que Bolivia era un país en vías de desarrollo, abrió al país a cualquier tipo de ayuda, ya sea de los Estados Unidos de América, o de la Unión Soviética en su momento.

Su afán por ser, no solamente la cabeza del partido, sino, de ser el indiscutible candidato a presidente por el MNR, trajo divisiones dentro del partido. Walter Guevara y Juan Lechín se terminaron separando del partido y en su tercer mandato el único apoyo que tenía era el de las Fuerzas Armadas, por tal razón su vicepresidente en 1964 fue René Barrientos Ortuño, quien el mismo año le daría golpe de Estado.

Paz Estenssoro fue uno de los actores más importantes de la política nacional desde su ingreso en 1938, la revolución nacional y su participación en posterior, tras su regreso al país en 1971 hasta recuperar la democracia marco la historia del país. Su última gestión que comienza en 1985, recibe un país con hiperinflación tras el fracaso de las medidas tomadas en la revolución del 52. Para salir de tal catástrofe económica salva al país con el D.S. 21060, que hasta el día de hoy es estudiado y criticado, pero que en el transcurso de un año acabo con una inflación de más del 1000%.

Joseph C. Holtey, nos lleva sobre las acciones tomadas por Paz y es un texto sin desperdicio.   




* Politólogo