domingo, 8 de agosto de 2021

Apuntes sobre el discurso presidencial

 


Jorge Roberto Marquez Meruvia[*]

 

La sesión de honor llevada a cabo en celebración de los 196 años de independencia de Bolivia podemos calificarla de “sui generis”, pero tal calificativo no solamente encaja perfectamente en la elocución del actual presidente Luis Arce, sino que también podemos decir lo mismo de su antecesora Jeanine Añez. Dejaron de lado lo importante de la fecha y dedicaron gran parte de sus discursos a los temas de coyuntura política. Intentaron sin éxito tener un discurso propagandístico que fue respondido con duras críticas al respecto. Vamos a centrarnos en el discurso del presidente Arce que en un momento dado fue silenciado por protestas de los opositores; no debemos olvidar la reacción del vicepresidente Choquehuanca, que incomodo al ver que la magna sesión presidida por él se desbordaba, mencionó a todos los legisladores que guarden la compostura, ya que estaban saliendo en televisión.

 

El discurso comenzó con el ya conocido “¿Qué quiere decir Bolivia? Un amor desenfrenado de libertad”. Con esto se dio pie para mencionar a los héroes de la patria encabezados por Bolívar y Sucre. Siguieron después los patriotas de las republiquetas: Azurduy, Camargo, Muñecas, Warnes, Lanza, por mencionar algunos. Acto seguido nombró a los indígenas que jugaron un papel importante en la causa independentista: Los Katari, Condorcanqui, Calisaya, Sisa, Apaza, entre otros. Sobre estos últimos agregó que la historia los invisibilizó y que la Asamblea que declaró la independencia de a la cabeza de José María Serrano los dejó de lado. Prosiguió con los agravios sufridos por la población indígena, olvidó la revolución de 1952 y sus reformas y pasó fugazmente a febrero y octubre de 2003 y que los sucesos ocurridos dieron paso en 2006 a Evo Morales que es el que pone las semillas del Estado Plurinacional, la Nueva Constitución Política del Estado y del Modelo Económico Social Comunitario Productivo, para ingresar a los abusos y malos manejos de la pasada gestión calificándolo de gobierno de facto, dictadura y haber propiciado un golpe de Estado, que repitió como unas cincuenta veces. El resto fue propaganda de gestión.

 

No fue un mensaje al país, intentó ser un mensaje a los conmilitones del proceso de cambio y evidenció la decadencia del partido de gobierno. Algo que en el Movimiento Al Socialismo parecen haber olvidado es que el proceso de cambio es de todos y que fue adoptado por las grandes mayorías al igual que las ideas de lo nacional revolucionario en abril de 1952. El partido de gobierno se va modificando, ya no le interesa ser el MAS de las mayorías, sino el de convertirse en una clase para sí a la cabeza de Evo Morales y su cúpula. El Movimiento Nacionalista Revolucionario pasó por una transformación similar con la jefatura nacional de Gonzalo Sánchez de Lozada y uno de sus errores que no puede superar hasta el día de hoy, encontrándose cerca a la desaparición es el haberse alejado de lo popular.

 

El fallido intento del MAS de cambiar la historia reciente y empeñar todos sus esfuerzos en limpiar la imagen de Evo Morales con inmediatez, olvidando lo importante de los procesos políticos los llevan a desaciertos como el sobreseimiento del caso Fraude Electoral 2019 con diversos errores de procedimiento por parte de la Fiscalía General del Estado en su accionar.

 

Al conocer a qué juega el gobierno de Arce, la oposición tiene una oportunidad para enamorar a la población con una visión de país que vaya más allá de un personaje y tiene el tiempo necesario para prepararse y crecer en militancia. Recordemos que un proceso electoral no solamente es apoyar a un candidato, sino lo más importante: tener la capacidad de realizar el control electoral en todo el territorio nacional. La oposición debe aprender que la elección del bicentenario de la República se la ganará con el trabajo que se vaya a realizar desde hoy.   



[*] Politólogo